(Columna RÍO DE LETRAS publicada en el diario ADN en la semana del 22 al 27 de agosto de 2022)
Conflictos. Esa
es la historia. Entre los que ahora ocupan gran espacio en periódicos y mucho tiempo
en noticieros están los del Cauca. Complejos, sí, porque a las ancestrales
disputas por la tierra entre pueblos indígenas, negros y mestizos con
terratenientes, se suman los de guerrillas, paramilitares y narcotraficantes.
Al tiempo que
salen a relucir los problemas, debería hacerse visible la riqueza cultural y
creativa de su millón y medio de habitantes. Para muestra de tal riqueza,
mencionemos que en un solo municipio, Silvia, se hablan tres idiomas: castellano,
guambiano y páez. Por tanto, se mezclan costumbres y cosmogonías.
"La
tierra es la madre de nosotros. Donde estamos viviendo, todo, todo. Sin la
tierra no seríamos nada, porque la tierra se cultiva. Ahí está el medio de la
vida de nosotros. En la madre tierra". Es un relato de Carlos Ipia (Suin),
incluido en el libro Mitos y leyendas testimonios de la cultura Páez, recopilados
por Jorge C. Orozco (Universidad del Cauca, 1996).
Entre los poetas y narradores caucanos están Fernando Maclanil, Mónica Andrea López Cifuentes, Horacio Benavides, Carmen Piedad Daza Idrobo, Diana Villamil Piedrahita, Camila Andrea Chaparro Hernández y Edison Zúñiga.
En Urdimbres,
antología literaria (Mincultura, 2020), la poeta y cantadora de Guapi, Marcela
Cuero Rodríguez, dice en su poema "Rememorar":
A ciertas horas,
el vino me recuerda
lo que ya no soy,
lo que por fortuna no seré.
Añoro aquella edad
en que solo sientes,
cierras los ojos y besas;
aquella en que el día siguiente
jamás importa.
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