viernes, 24 de febrero de 2023

La represión arma la gorda

(Columna publicada en el periódico GENTE, del grupo El Colombiano, el 24 de febrero de 2023)



F. Botero: Soldado Romano

El cierre de la Plaza Botero por parte de la Alcaldía de Medellín es ejemplo de un gobierno represivo. Barreras físicas impiden el libre acceso al disfrute de las esculturas de figuras humanas de proporciones voluminosas del artista antioqueño, y hasta el paso de los transeúntes. Policías controlan y deciden quién entra a esta zona.


La forma sencilla de quienes no tienen ideas creativas para arreglar un problema de inseguridad es encerrar las cosas con candado. En lugar de este tipo de medidas, la Administración municipal debería proponer más y mejor atención a los habitantes en situación de calle, y programas sociales que eviten la explotación sexual de personas. Pero el alma reprimida y represiva de los gobernantes solo les permite imaginar y adelantar soluciones braveras.


Al encerrar un tesoro que es de todos, el arte consignado en la Plaza y en el Museo, más que evitar que los ladrones roben y los dañinos dañen, consiguen que muchas personas, que no son ladronas ni dañinas, se desmotiven para visitar tales sitios. Me refiero a quienes detestan presenciar escenas de exclusión y demostraciones de fuerza. Precisamente, la sensibilidad que las hace amar el arte las conduce a odiar la violencia, venga de donde venga.


Para colmo, la Alcaldía no buscó consensos con el Museo, con los habitantes del sector ni con nadie más para este exabrupto. Y anuncia que planea hacer lo mismo en los parques de Berrío y Lleras. Así, con atropello, no se deben hacer las cosas.

miércoles, 22 de febrero de 2023

Información sin almendra

(Columna Río de Letras publicada en el diario ADN, semana del 20 al 25 de febrero de 2023) 



La tendencia en la redacción de noticias y demás escritos en medios y redes es poner la almendra de la información, si acaso la hay, al final.


Hace años, los medios comenzaron a imitar la presentación de los textos de las redes —sin pensar que en estas, quienes escriben casi nunca son profesionales de la comunicación—. La idea es motivar la lectura de una nota con un título seductor, ojalá revelador, aunque no haya nada revelador. En el primer párrafo repiten el anuncio, pero nada informan; en los otros dan antecedentes y contextos del tema, y por allá al final del artículo ponen algo de lo anunciado como para que uno no sienta que perdió la ida.


Por ejemplo, titulan: “El nuevo equipo de Teo Gutiérrez”. Arrancan diciendo que la novela sobre la consecución de equipo de Teo sigue alargándose. En el segundo párrafo cuentan que el año anterior jugó en el Cali, pero no le renovaron contrato. En el tercero, que en enero pasado tuvo acercamientos con Junior, pero no lo recibieron en el cuadro Tiburón. En el cuarto, que al Nacional tampoco se motivó a fichar al jugador de 37 años. En el quinto, que el Magdalena mostró interés, pero finalmente no se dio ningún acuerdo. Al final, que el delantero, mundialista con Colombia y con paso importante por el fútbol argentino, tal vez arregle con Bucaramanga. “Aún no hay nada definido”, decían en aquel momento. Como cierre aparece la pregunta: “¿Será el Bucaramanga el nuevo equipo de Teo Gutiérrez?”.


¡Cínicos! Se siente uno imbécil por perder el tiempo detrás de un redactor sin nada que redactar.

viernes, 17 de febrero de 2023

El terror gana por goleada

(Columna publicada en el periódico GENTE del grupo El Colombiano, el viernes 17 de febrero de 2023)



Juana, personaje de un cuento de Álvaro Cepeda Samudio, se entretiene matando futbolistas. “El jugador cae con gran desorden, el balón sigue rodando, se suspende el juego unos minutos mientras sacan con gran aspaviento el cuerpo tendido sobre el campo, pues el equipo contrario protesta porque estorba la continuación del encuentro; la acción se reanuda y Juana se prepara para el próximo dardo”.


¿Absurdo? No más que la realidad. El domingo pasado, en Ibagué, un hombre burló la “seguridad” del estadio, se acercó a los jugadores y atacó a Daniel Cataño, del Millonarios. ¿Motivo? Cataño falló un penalti cuando militaba en el Tolima. En 2020, hinchas amenazaron a Larry Angulo, jugador del Medellín, por bajo rendimiento. Hace días amenazaron al presidente del Nacional por sus decisiones y por ser hincha del Millonarios. ¿Acaso a Andrés Escobar no lo mataron por un autogol?


No es por un autogol, un penalti, bajo rendimiento o animar a otro equipo: es por la falta de valores. Por no construir un verdadero humanismo que sustente la sociedad. Esta carencia hace pensar que la vida no vale nada y lleva a despilfarrar más vidas que agua. Incluso, hasta hace años, las familias tenían muchos hijos para que trabajaran, sí, y también para tener el repuesto del que se perdiera en una guerra o en una riña movida por una mirada. La violencia es una manera de relacionarnos.

miércoles, 15 de febrero de 2023

El sabanero inmortal

(Columna RÍO DE LETRAS publicada en el diario ADN, semana del 13 al 18 de febrero de 2023)


Cuando Adolfo Pacheco Anillo era un muchacho, Miguel, su padre, le cantaleteaba: “Pa tomar ron no necesitas ser músico”. Suponía, como era común, que ser cantante era ser un perdido.


El cantautor sabanero, muerto a finales de enero, fue afortunado. Primero, por ser hijo del mestizaje. Nacido en San Jacinto, Bolívar, en 1940, su familia paterna llegó de Ocaña un siglo antes. “Mi papá tenía Carmona, de modo que era indio”. Su madre, Mercedes, cantaba bambucos y pasillos, y montó una escuela de baile con acordeones, trompetas, maracas, platillos y redoblantes: El Gurrufero. En su cabeza se dibujó el mapa musical colombiano.


Otra fortuna: entre sus 126 canciones hay dos esenciales del folclor caribeño. Una surgió en una época de rivalidad musical entre las subregiones vallenata y sabanera por sus formas expresivas: La hamaca grande. Según contaba, antes de 1970 no se hablaba de vallenato, sino de música de acordeón. Con ella ofreció amistad a los músicos de la región del Cacique Upar. Menciona que quiere llevar al Cesar “un indio Parofo/ Y su vieja gaita que solo cuenta/ Historias sagradas” (…) “Que también tiene leyenda/ Cual la de Francisco el Hombre”, es decir, de igual grandeza.


La otra canción es El viejo Miguel. Casi no hay Festival en que no suene cuando los concursantes desean impresionar a los jurados con la interpretación del merengue. Habla de despedidas tristes: “primero se fue la vieja pa el cementerio y ahora se va usted solito pa Barranquilla”.


En suma, Adolfo Pacheco Anillo es otro de los inmortales de la música colombiana.

viernes, 10 de febrero de 2023

Wbeimar ya no lo dice

(Columna publicada en el periódico GENTE, del grupo El Colombiano, el 10 de febrero de 2023)



Wbeimar Muñoz. Foto: Cápsulas de Carreño

Conozco a una persona que encarna la sencillez y la genialidad: Wbeimar Muñoz Ceballos. El comentarista deportivo que, para desgracia de sus seguidores, puso punto final a su carrera en la comunicación deportiva, en la que llegó a ser el mejor a base de estudio y dedicación.


Se graduó varias veces de entrenador de fútbol. Algunos colegas, que apenas si leen sobre tácticas y estrategias deportivas, se preguntan: ¿para qué estudiar tanto, si no va a dirigir equipo alguno? Pues, para explicarles a los oyentes de Caracol, tanto en transmisiones como en el programa Wbeimar Lo Dice, y a los lectores de plataformas digitales, en qué consiste el juego de la pelota, del que pocos saben y muchos hablan.


Wbeimar es lector voraz. Tras un viaje a Francia, Gloria Martínez, su esposa, me contó que hablaba con propiedad de la arquitectura de la Ciudad Luz. Comparó la actual con la medieval. Se basaba en Nuestra Señora de París de Victor Hugo, novela que describe con detalles los diseños de esa época cuando la arquitectura era lo que los libros llegaron a ser en el Renacimiento. Wbeimar puede citar a Voltaire y Clausewitz (el que dice que la guerra es la política por otros medios); irse a vivir por tiempos a historias de Balzac, Tolstoi y Rabelais, y disfrutar a Vivaldi, Beethoven y, bueno, también al Polaco Goyeneche. Si deseara, podría seguir en la comunicación tratando otros temas con sencillez y profundidad.


¿A qué se dedicará ahora? No le he preguntado. Sin embargo, me parece oír su respuesta: “A estudiar, mijito. Voy a estudiar filosofía”.

viernes, 3 de febrero de 2023

Coltejer ya no teje

(Columna publicada en el periódico Gente, del grupo El Colombiano, el 3 de febrero de 2023)



Los imperios y los gigantes se demoran en caer y morir. Coltejer ha sufrido una agonía larga. Sin trabajadores, no produce un trapo. No obstante, sus dueños dicen que no ha terminado.


Una empresa hace parte de la vida de los pueblos. En 106 años, muchas personas recuerdan que padres, abuelos y bisabuelos entraron a trabajar a esa factoría siendo casi niños y salieron treinta años después, jubilados y con casa.


Aparte de lo económico, esa fábrica aportó en lo social y cultural. Tenía escuela, biblioteca y coro. De acuerdo con historiadores y comentaristas, las Bienales de Arte de 1968, 1970 y 1972, patrocinadas por Coltejer, transformaron la creación. De centrar su atención en el dominio de las técnicas —dibujo, pintura, escultura—, los artistas comenzaron a poner más énfasis en las ideas y los conceptos. Y los espectadores abrieron su mente para recibir propuestas de arte óptico, escultura abstracta, arte sonoro…


Como anécdota, digamos que el poeta Mario Rivero —quien nació y creció en Rosellón, el barrio envigadeño donde funcionó la textilera—, me contó que trabajó allí como obrero. Las fosas nasales se le rebosaban de algodón y se le veían siempre bordeadas de motas. El calor generado por las calderas era infernal. “Me aguanté cuatro meses y me salí”. Se fue a ver mundo, cuidar gallinas, cantar tangos y escribir. Uno de sus Poemas urbanos es La Luna y Nueva York:


“(…) Lanzábamos piedrecitas/ desde el puente donde almorzaban/ los obreros de la fábrica de vidrio/ Le decía que la Tierra es redonda/ mi tía bruja y la luna un pedazo de cobre (…)”.

miércoles, 1 de febrero de 2023

150 años de 80 días

(Columna RÍO DE LETRAS publicada en el diario ADN semana del 30 de enero al 4 de febrero de 2023)



Fileas Fogg, un inglés típico, no dado a correr riesgos, es uno de los aventureros más célebres: es el personaje principal de La vuelta al mundo en 80 días, de Julio Verne, cuya primera edición cumplió 150 años el 30 de enero.


Verne es un autor admirado y desdeñado a la vez. Admirado por quienes aplauden sus obras colmadas de acción y cientificidad; desdeñado por otros que califican su literatura de cosa ligera, dirigida a mentes simples. ¿Acaso los del segundo grupo ignoran que cautivar, como lo hace Verne, es la tarea más difícil de los escritores?


En La vuelta al mundo en 80 días, Fogg discute en su club. Es posible dar la vuelta al globo en 80 días, asegura, como afirma un diario que anuncia la construcción de un ferrocarril en la India. Apuesta la mitad de su fortuna a que él mismo lo conseguirá. Reserva la otra mitad para gastos del viaje, que emprende con Passepartout, su sirviente. Recorre tierras de Europa, Asia, África y América. Sube a trenes, barcos, carruajes… y un elefante. Lo persigue la policía. En el camino, rapta a una mujer para salvarla de un destino mortal… Claro, peripecias que aumentan la zozobra. Gana tiempo a veces; lo pierde, en otras… La tensión no abandona a los lectores, incluso a los de hoy, que saben que ahora se puede dar la vuelta al planeta en menos tiempo.


“Passepartout montó a horcajadas sobre la funda, entre su amo y sir Francis. El parsi trepó sobre el cuello del elefante y, a las nueve, el animal salía del pueblo y se internaba, por el camino más corto, en la frondosa selva de palmeras abanico”.