viernes, 29 de octubre de 2021

Gato negro

(Columna publicada en el semanario GENTE, el 29 de octubre de 2021)



¿Considera que la obra de Gonzalo Arango es totalmente de hoy? Esta es una de las preguntas que Óscar Jairo González Hernández nos formuló a varios lectores para su libro Gonzalo Arango: perspectivas plurales, publicado este año por Editorial Ojo Mágico.


Esta semana, andaba por la vera de la Ayurá cantando mi canción. Súbitamente, una imagen tétrica me llevó a pensar en eso. Un gato negro yacía junto a la acera, rígido ya por efectos del veneno con el que fue asesinado por su color, como les sucede a muchos felinos en tiempos de Halloween. Lloré con un llanto silencioso y sin lágrimas, y recordé un fragmento del Manifiesto Nadaísta al Homo Sapiens, incluido en Obra Negra:


“Les advertimos que si ustedes no cambian, nosotros nos vamos a desafiliar de la Raza Humana, pues hoy lo peor que le pueda pasar a un ser, es ser hombre (…)./ Nosotros estamos avergonzados de pertenecer a la Humanidad. Nos repugna tener dos orejas, dos patas y los otros pares de cosas, y pensar que por este solo hecho uno está condenado a identificarse con la inmunda condición humana”.


Desde ese instante, la imagen del gato asesinado solo porque sí no se borra de mi mente. Sentí ese deseo que me visita a menudo, al ser testigo de tanta maldad, de desafiliarme de la especie y pedir asilo en cualquier otra. Entonces, ¿cómo no va a seguir vigente el pensamiento del fundador del Nadaísmo?

jueves, 28 de octubre de 2021

Literatura infantil

(Columna RÍO DE LETRAS publicada en el diario ADN en la semana del 25 al 30 de octubre)


El 31 de Octubre es el Día de las Brujas. También es el Día de los Niños. De aquellas hemos hablado en este Río de Letras; ocupémonos ahora de estos sin salirnos del mismo torrente.


La literatura infantil, ese conjunto de textos narrativos y poéticos que se consideran aptos para ser leídos por niños, como ante todo es literatura tiene en común con el resto de esta que explora la condición humana. Se equivoca quien piense que en ella abundan temas sin importancia. ¿Acaso no hay un sentido político en las fábulas, si aluden al abuso de la autoridad por parte, digamos, de un felino caracterizado por su tiranía? ¿No advierte sobre la crueldad el cuento de Hänsel y Gretel? ¿No hay un tratado sobre el engaño en Caperucita Roja y una crítica a la vida materialista en Momo? ¿No hallamos una metáfora del poder y la desigualdad en El Príncipe y el mendigo y un canto a la amistad en El principito?


Ilustración: Carl Offterdinger

En fin, se tratan temas considerados profundos, aunque abordados de un modo especial que llega más a las mentes agudas de cualquier edad, en especial las de los niños, que entienden la inutilidad de lo aburrido. El lugar del tedio debe ser ocupado por el asombro. Asombro, por ejemplo, ante la maravilla del mundo y los seres que acompañan nuestro viaje por la vida, sean animales, astros, humanos, piedras, agua…


En el ensayo Sobre la lectura, Estanislao Zuleta recuerda que el espíritu del lector se convierte primero en camello, que admira al autor y al texto; luego, en león, cuando ya critica, y luego, en niño, cuando deriva en inocencia y olvido…

viernes, 22 de octubre de 2021

Día de la Suegra

(Columna publicada en el semanario GENTE, de El Colombiano, el 22 de octubre de 2021)


A veces me sorprende que octubre sirva hasta para remedio. Recibe en su seno más aguaceros que los demás meses y con ello fomenta las conversaciones, pues las más de estas son sobre el tiempo: “¡Qué llovedera!” “¡Ay, octubre todo lo pudre…!”.


Recibe Días Internacionales tan disímiles como el de la Música, el Agua, la No Violencia, los Animales, contra la Pena de Muerte, el Respeto a la Diversidad y las Brujas. Y sé que los Días Internacionales, oficiales o no, tienen un noble fin: visibilizar asuntos sobre los que se requiere atención especial, protección o festejo.


A veces me asombro de mi ignorancia. No sabía que octubre, además de albergar a nacidos bajo los signos de Libra y Escorpión, también acoge los días de la Sonrisa, el Pulpo, el Huevo, la Reparación de Cosas, la Carretera, el Vegetarianismo, el Karate, el Pan, la Oscilación (sí, la del péndulo), el Agente 007 y hasta la Suegra. Es más: ignoraba que existiera Día para Estas Cosas.


Y me alegra. Son importantes. Todo lo es. Más cuando las cosas se tornan instituciones, como Levantarse Temprano, Acostarse Tarde, Saludar o Permanecer Callado, que también podrían tener día especial. Los actos humanos, los logros, las desgracias, las preocupaciones o las alegrías deben ser objeto de reflexión para no seguir por el mundo como si nada valiera la pena o fuera lo mismo ocho que ochenta.

miércoles, 20 de octubre de 2021

Libro de la selva

(Columna RÍO DE LETRAS publicada en el diario ADN en la semana del 18 al 23 de octubre de 2021)


Algunos escritores no tienen una obra extensa, pero sí excelsa. Uno de ellos es José Eustasio Rivera. Su novela La Vorágine es un clásico hispanoamericano; su poemario Tierra de promisión, una creación tan auténtica que es fundamental en las letras de nuestro país.


No podemos dejar que se acabe 2021 sin detenernos en la segunda, un conjunto de 55 sonetos, porque en este calendario se celebra un siglo de la primera edición.


El autor nacido en 1888 en San Mateo, corregimiento de Neiva, elevado a la categoría de municipio y nombrado Rivera en su honor, además de su amor por las letras también profesaba un sentimiento profundo por el país. En comisiones oficiales recorrió la Orinoquía, en límites con Venezuela, revisó las condiciones de vida de los colonos y denunció las injusticias que se cometían contra los habitantes de esas regiones excluidas de los beneficios del centralismo. En tales recorridos jamás tuvo la actitud de un funcionario; lo embargaba la apasionada sensibilidad del poeta y la integridad del hombre honrado. Conmovido por la exuberante Naturaleza, con los ojos y el alma llenos de selva, escribió en el soneto XIV:


        ¡Soy un hijo del monte! Por su sitio más fresco

        busco, siempre cantando, la sonora colmena;

        y en las grutas silentes mi garganta se llena

        de panales nectáreos y de almendras de cuesco.


Bien podríamos decir, como se habla en la calle, Rivera era “enfermo” por Colombia: debido a sus idas a la selva, contrajo una malaria cerebral, que finalmente tal vez causó su muerte, en Nueva York, el primero de diciembre de 1928.

sábado, 16 de octubre de 2021

Esclavitud

(Columna publicada en el semanario Gente, de El Colombiano, el 15 de octubre de 2021)


Quien ose a hablar mal de la tecnología, la virtualización y la digitalización parece cometer pecado mortal. Un espontáneo ejército surge para defender esas deidades y atacar al osado, aduciendo que su opinión se debe a su edad o se burlan de él comparándolo con los abuelos cavernícolas, como si tales cosas constituyeran insultos. No revisan si al contradictor lo asiste algo de razón. No hay derecho a disentir; solo a decir: “me gusta”.


Pero hay un filósofo a quien le están poniendo atención: el coreano-alemán Byung-Chul Han. Crítico del sistema basado en la información, señala que nos conduce a la sociedad del cansancio, conformada por seres agotados, deprimidos por las inapelables exigencias de un mundo consumista y alienado.


En entrevista publicada en El País de España el 9 de octubre pasado, sostuvo: “el smartphone es hoy un lugar de trabajo digital o bien un confesionario digital. Todo dispositivo, toda técnica de dominación genera artículos de culto que son empleados para la subyugación. Así se afianza la dominación. El smartphone es el artículo de culto de la dominación digital”. Señaló que actúa como un rosario y sus cuentas. Por eso mantenemos el móvil constantemente en la mano. El “me gusta” es el amén digital. “Seguimos confesándonos. Nos desnudamos por decisión propia. Pero no pedimos perdón, sino que se nos preste atención”.


Sin duda, urgen sujetos como él, que reflexionen sobre las conductas.

miércoles, 13 de octubre de 2021

El Nobel refugiado

(Columna RÍO DE LETRAS publicada en ADN en la semana del 11 al 16 de octubre de 2021)


Ser refugiado, por guerra o miseria, constituye una de las peores maneras de estar en el mundo. No se pertenece ya a la cultura de la que se huyó, en la que aprendió a vivir, a subsistir, ni hace parte aún de esa otra a la cual se llega.


Este es uno de los temas del nuevo Nobel de Literatura, el tanzano Abdulrazak Gurnah. El otro es el colonialismo. Ambos asuntos, sensibles en todos los tiempos, solo pueden entenderse como formas de esclavitud.


En una de sus novelas, Paraíso, un niño de Tanzania es entregado por su padre a un hombre para que le sirva gratis, como pago de una deuda. A los pocos años comenzaría la primera guerra mundial. En la orilla y Precario silencio son otras obras suyas.


El pueblo de Gurnah no conoce sosiego. Primero, los ingleses tomaron posesión de él; después, los árabes… En 1963, su isla natal, Zanzíbar, al igual que la de Pemba, se unió a Tanganica para formar Tanzania. Tampoco el autor ha tenido paz. Desplazado en 1968 por huir de los árabes, refugiado y colonizado en el Reino Unido, como si fuera un personaje suyo que hubiera escapado de una novela, Gurnah representa a los descritos en el primer párrafo. No puede honrar su lengua materna, el suajili, y ha vivido más de 50 años extrañando su cultura, hablando de ella desde afuera.


Entre los ganadores del Nobel, es el 29 en lengua inglesa (en español son 11). En cualquier caso, debo decir que el Nobel 2021 confirma la certeza de una de las más conocidas normas de un escritor: escribir de lo que ha vivido y conoce para lograr una obra colmada de autenticidad.

sábado, 9 de octubre de 2021

La espera continúa

 (Columna publicada en el semanario Gente, de El Colombiano, el viernes 8 de octubre de 2021)


“Acabo de regresar de México”, dijo ella. “¿Qué hacías allá?”, preguntó él. “Nada, fui a pasear. Y mi hermano viaja esta semana a Orlando”. “Qué bueno. Yo también me largo a cualquier parte: estoy harto de encierro”.


Este trozo de diálogo lo oí al pasar por el lado de un corrillo animado, en la Fiesta del Libro. Hubiera podido ser en cualquier lugar, porque de esto se habla hoy. De lo hastiados que estamos de esperar que las cosas pasen y retomar la normalidad. No obstante, pensamos y actuamos con el deseo: como si hubiera terminado la pandemia del covid-19.


Si en el auge de la misma, hace unos meses, muchas personas andaban con el tapabocas… en la mano, el bolsillo o debajo de nariz y boca, ahora la despreocupación es mayor. No solo en nuestro medio. Es un fenómeno mundial. Basta un ejemplo: el domingo pasado, para el clásico futbolero entre Boca y River, en Buenos Aires, las autoridades permitieron la mitad del aforo del estadio Monumental: unas 35 mil personas… pero se llenó. Más de 70 mil presenciaron el cotejo.


Mientras uno espera, parece atrancado en la eternidad. La vida en una estafa. Sentimos como si nos la hubieran robado de un golpe artero. Sin embargo, hasta que la Organización Mundial de la Salud no declare el fin de la pandemia —como declaró su inicio el 11 de marzo de 2020— debemos seguir cuidándonos y no mofarnos de quienes lo hacen.

miércoles, 6 de octubre de 2021

Letras de octubre

(Columna RÍO DE LETRAS publicada en diario ADN. Semana del 4 al 9 de octubre)


Un país donde siempre está haciéndose tarde, las colinas son de niebla y los ríos de neblina. Reina la oscuridad. Sus habitantes tienen pensamientos otoñales. Y los espacios son sobre todo sótanos y armarios.


Este extraño mundo es el que pinta Ray Bradbury, el maestro de la ciencia ficción, en El país de octubre, un conjunto de historias cortas publicado por primera vez en 1955.


El recuento de piezas literarias que llevan el nombre del mes en el título, continúa con una novela negra de la autora argentina Norma Huidobro titulada Octubre, un crimen. Esta narradora, ocupada más que todo en temas juveniles, cuenta la historia de una chica que, para asistir a una fiesta de disfraces, compra un vestido de mediados del siglo XX, en él que encuentra una carta de una joven que pide ayuda para evitar el asesinato de su padre y hasta su propia muerte.


El mar de octubre es otra novela negra. Su autor, el español Francisco Silvera, narra la historia de un cementerio marino en el que bandidos dedicados al negocio de las drogas se deshacen de los cadáveres.


En Poemas humanos, César Vallejo incluye “París, octubre 1936”. Una de sus estrofas dice:


            De los Campos Elíseos o al dar vuelta

            la extraña callejuela de la Luna,

            mi defunción se va, parte mi cuna,

            y, rodeada de gente, sola, suelta,

            mi semejanza humana dase vuelta

            y despacha sus sombras una a una.


Terminemos con Lamentación de octubre, un poema de nuestro Porfirio Barba Jacob incluido en el poemario Canción de la vida profunda. A Porfirio, por cierto, también incluimos en las letras de septiembre.

sábado, 2 de octubre de 2021

Vírgenes desnudas

(Columna publicada en el semanario Gente, de El Colombiano, el 1 de octubre de 2021)


Cuando Miguel Ángel Betancur, el artista plástico, era un proyecto de cura negado en tercer debate, soñaba con ser escultor para modelar vírgenes desnudas. Ahora tiene a la vista una colección de once vírgenes en cueros, como quería.


¿Once?, le pregunté. Para responderme, me contó una historia del siglo IV. Santa Úrsula, hija del rey de Britania, fue pedida en matrimonio por un pagano. Cristiana, no podía estar a gusto. Pidió licencia a su padre para ir de peregrinación a Roma, en compañía de diez amigas, para aclarar sus pensamientos. En la azarosa travesía, las mujeres se toparon con los hunos. Como era de esperarse, estos pretendieron gozar de los placeres carnales. Ellas se opusieron reciamente y las mataron. En el siglo X, continúa Betancur, hallaron un documento sobre tal episodio en un monasterio cerca de Colonia. Decía: "Dei et Sanctas Mariae ac ipsarum XI m virginum", que quiere decir: once mártires vírgenes. Erróneamente, en vez de once leyeron once mil. Por eso pasó a la historia el concepto de once mil vírgenes.


En fin, lo cierto es que él muestra sus Vírgenes Desnudas en la sala de exposiciones del Idea, del 1 al 30 de octubre, al lado de la obra Color Afro, del pintor Rubén Crespo, el mestizo claro que lleva un negro por dentro y lo hace pintar temas afrocolombianos. Dos estéticas, dos miradas al mundo, dos ideas artísticas… en el Idea.