jueves, 29 de junio de 2023

Para no olvidar

(Columna RÍO DE LETRAS publicada en el diario ADN, semana del 26 de junio al 1 de julio de 2023)



Van 180 días de este año y hay efemérides que no podemos pasar por alto. Cumpleaños de nacimientos, muertes o creaciones que nos recuerdan que el edificio de la literatura tiene columnas sólidas y es momento de revisitarlas.


Julio Flórez

“Todo nos llega tarde… ¡hasta la muerte!/ Nunca se satisface ni alcanza/ la dulce posesión de una esperanza/ cuando el deseo acósanos más fuerte”, canta la primera estrofa de Todo nos llega tarde, de Julio Flórez, uno de los poetas más influyentes de la literatura colombiana. Algunos de los versos de este romántico muerto hace 100 años se escaparon de los libros para hacer parte del lenguaje común, como la primera línea del poema citado. Escritos suyos son canciones populares como Gotas de ajenjo y Las flores negras.


La neozelandesa Katherine Mansfield murió hace 100 años. En sus relatos reflejó la cotidianidad de gentes de clase media. Fiesta en el jardín y otros cuentos es uno de sus libros. El español Azorín, José Martínez Ruiz, de la Generación del 98, cumplió 150 años de muerto.


Este párrafo para otros dos titanes de la poesía: Rainer María Rilke y Arthur Rimbaud. De aquel, Las elegías del Diuno, en la que expresa la fragilidad humana ante a la vastedad de la muerte, cumple 100 años. Del segundo, Una temporada en el Infierno, 150 años. Rimbaud es un poeta precoz y de escasa obra, que logró formidable influencia en generaciones posteriores. En ese poema en prosa escrito a los 19 años, dice:


“Antaño, si lo recuerdo bien, mi vida era un festín donde se abrían todos los corazones, donde todos los vinos corrían…”.

martes, 27 de junio de 2023

Murakami

(Columna RÍO DE LETRAS publicada en el diario ADN, semana del 19 al 24 de junio de 2023)



No valoro a los escritores por los premios, sino por sus creaciones. Aquellos sirven para que nos demos cuenta o recordemos que existen tales autores y obras, y tal vez valga la pena ponerles los ojos encima. En este sentido me ocupo ahora del japonés occidentalizado Haruki Murakami, quien recibió el premio Princesa de Asturias la semana pasada.


Murakami es atleta y ha participado en carreras de fondo. Escribió una novela en la que unió sus dos pasiones: la literatura y el deporte, titulada De qué hablo cuando hablo de correr. En ella sostiene que ambas actividades se parecen más de lo que uno cree. Comenzando porque son físicas. Como en el deporte, uno piensa y escribe con todo el cuerpo, no con una parte de él. La más conocida de sus obras es Tokio Blues. Su protagonista, Toru Watanabe, narra en primera persona su estadía en la capital japonesa durante la época de estudiante. Además de asuntos de su vida social y su intimidad, evoca las protestas que solían hacer contra el orden establecido.


Undergraund es un libro periodístico. Recoge testimonios de integrantes de la secta Aum, que perpetró el atentado contra el metro de Tokio con gas sarín en 1995, y de sobrevivientes del mismo, e intercala sus interpretaciones. Las líneas finales, en voz del autor, dicen:


“Quizá se toman algunas cosas demasiado a pecho. Tal vez están marcados por algún dolor. Les cuesta manifestar sus sentimientos y tienen algún trauma. No saben cómo expresarse y fluctúan entre sentimientos de orgullo e inadaptación. Yo podría ser así… y usted también, lector.

viernes, 23 de junio de 2023

Decir no

(Columna publicada en el periódico Gente, del grupo El Colombiano, el 23 de junio de 2023)



El 22 de junio es el Día de Decir No. Se cumplen 390 años de que Galileo Galilei abjurara de la idea de que la Tierra y otros cuerpos celestes giran alrededor del Sol.


Galileo Galilei,
por Justus Sustermants

Pensamiento que hacía parte de un sistema de interpretación de la Naturaleza, el científico. Este contradecía el aristotélico aceptado por el cristianismo, pues daba verosimilitud a nociones del Antiguo Testamento. En Eclesiastés, por ejemplo, el rey Salomón dice: “Una generación va, otra generación viene; pero la Tierra siempre permanece. Sale el Sol y el Sol se pone; corre hacia su lugar y allí vuelve a salir (…)”.


Galileo demostró su tesis y la publicó, no solo en lengua culta para los académicos, sino en lengua vulgar para el público en general. Después, se retractó de sus ideas para librarse de inquisidores que se frotaban las manos al pensar que el descubridor de las montañas de la Luna y los satélites de Júpiter ardería en la hoguera. Les dejó la leña amontonada. El italiano tenía claro que su tarea estaba hecha. Lo escrito, escrito estaba. Germinaba en las mentes de otros; nadie habría de borrarlo. “Pero se mueve”, habría de decir ya lejos del escudo de la cruz, la espada y la rama de olivo.


Decidir si vale la pena morir o arriesgar bienestar por las ideas es eterno dilema de los individuos, a cualquier nivel. Total, formamos parte de grupos, obedecemos a sistemas y estamos sometidos a la presión o el poder de otros.

viernes, 16 de junio de 2023

Más de amigos y libros

 (Columna publicada en el periódico GENTE, del grupo El Colombiano, el 16 de junio de 2023)



Al hablar de historias de libros que llegan de manos amigas y se integran a la biografía con matiz risueño, cuento que en una visita a la maestra Lucila González de Chaves, ella, movida por su generosidad, me regaló el Quijote… Así coronó una tarde de conversación exquisita. Hace unos años, a Sergio Restrepo, el que se asoma desde la terraza del Claustro Comfama para solazarse con la visión de la Plazuela San Ignacio, le dio por darme un volumen de cuentos y crónicas de Tomás Carrasquilla.


El escritor Óscar González —quien suele mostrarme autores y lecturas por docenas— me obsequió Trapos sucios y La caída del museo británico, de David Lodge, para darme buenos ejemplos del humor inglés.


Por supuesto, en esta lista aparecen escritores que entregan su obra en gesto de aprecio. Por ejemplo, Juan José Hoyos —mi profesor—, al darme Viendo caer las flores de los guayacanes, escribió con tinta negra:


“Para John Jairo, con el mismo amor que nos une a las letras y a este oficio, y con un abrazo de amistad. Marzo/2006”.


Estas historias —y las de la semana pasada— indican que los libros tejen amistades. Cada vez que paso la vista por uno de estos volúmenes o lo tomo para releerlo o buscar ansioso algo que sé que está allí o puede estar, llega a mi mente la imagen de quien me lo entregó para mi disfrute y hasta vuelve a narrarse sola esa anécdota de su llegada.

miércoles, 14 de junio de 2023

Padre

(Columna RÍO DE LETRAS publicada en el diario ADN, semana del 12 al 17 de junio de 2023)



En literatura, los padres no difieren de los de carne y hueso. Los hay abnegados, indiferentes y malvados.


En el escenario distópico de un mundo destruido por el cataclismo final que acabó con casi toda la humanidad, surge la figura de un padre protector, que no se va de palabrería. Sus actos demuestran el amor por su hijo. Se sacrifica y, cuando sabe que se acerca su muerte, consigue que él pequeño siga avanzando para no perecer. Esta es la trama de La carretera, de Cormac McCarthy.


“La carretera estaba desierta. En el pequeño valle la serpiente todavía gris de un río. Inmóvil y precisa. A lo largo de la orilla unos carrizos secos. ¿Estás bien?, dijo. El chico asintió con la cabeza. Luego echaron a andar por el asfalto bajo una luz gris plomo, arrastrando los pies por la ceniza, cada cual el mundo entero para el otro”.


Bondadoso hasta rayar en lo obtuso, el señor Goriot, personaje central de Papá Goriot, la novela de Balzac, se sacrifica por sus dos hijas, a pesar de que son un par de tontas, inconscientes, que no lo valoran ni un poco.


Indiferente, como si se hubiera enterado de que no vale la pena un sobresalto, el Señor Bennet, de Orgullo y prejuicio, de Jane Austen, también es comprensivo. Contrario a su esposa, apoya a la mayor de ellas en su decisión de oponerse al matrimonio.


Pedro Páramo jamás se hizo cargo de Juan Preciado. Por eso este le prometió a su madre ir a buscarlo para reclamarle. Según Rulfo, halló un pueblo fantasma donde todos llevaban el apellido Páramo y la idea de que su progenitor había sido cruel y abusivo.

viernes, 9 de junio de 2023

Amigos y libros

 (Columna publicada en el periódico Gente, del grupo El Colombiano, el 9 de junio de 2023)



La manera como llegan a uno los libros y comparten la vida se integra a nuestra biografía con matiz risueño. Más si son regalos de manos amigas.


En mi adolescencia, John Murillo me presentó autores y lecturas —Fernando Pessoa es uno de aquellos; su poema Tabaquería, una de estas—. Me pidió prestado Alicia en el país de las maravillas, en edición de Porrúa con grabados de John Tenniel. A los días, en su lugar me entregó Antología de Alfonso X el Sabio, también de Porrúa, que incluye Cantigas, Las siete partidas; Libros de ajedrez, dados y tablas, y otros. El trueque me permitió valorar al rey medieval y su aporte al español.


Cuando adelantaba mi carrera universitaria me entretenía en el Paraninfo. Una mujer octogenaria se acercó y me habló. Era Carmen Rosa de Barth, autora de Una vida de cualquiera. La acompañé a casa. Me obsequió una caja de libros, los más de ellos de historia, biografías de Bolívar y ejemplares de Repertorio Histórico de la Academia Antioqueña de Historia.


Como periodista visité a Aura López en su casa, poco después de la muerte de Alberto Aguirre, su compañero, y poco antes de su propia muerte. Habló de Alberto con amor intacto. Al final me dio Indicios vehementes, de Ana Rossetti.


        Escapemos, huyamos a los cómplices

        días de la niñez. Perdámonos inermes

        por los intensos vértigos de la piel insabida (…).


Cada que veo esos libros vuelvo a ver en mi mente a esos amigos.

jueves, 8 de junio de 2023

Mares y marineros

(Columna RÍO DE LETRAS publicada en el diario ADN, semana del 5 al 10 de junio de 2023)



Este junio se torna marinero. El 8 es Día de los Océanos y el 21, de la Gente de Mar. Este binomio fascinante ha puesto a navegar la imaginación de autores de muchos tiempos. Aventuras en las que humanos se enfrentan a la Naturaleza, a su furia representada en tormentas, fieras y leyendas de asuntos misteriosos.


En la Odisea, Homero cuenta el viaje de Ulises y sus vicisitudes con seres maravillosos. En sus narraciones, Conrad habla de piratas y comerciantes. En La isla de las mujeres, Lisa See alude a buceadoras de la isla de Jeju. En Veinte mil leguas de viaje submarino Verne juega con el contraste del ancho océano y la estrechez de una nave en la que su protagonista va prisionero. En la saga de Sandokán, Salgari muestra piratas intrépidos, al igual que Stevenson en La isla del tesoro.


En Colombia ha habido quienes cuenten historias de aguasal. Mutis, con su singular Maqroll el Gaviero; García Márquez, con su Relato de un náufrago. Y Edgard Collazos tiene una gran novela de piratas del siglo XVIII: El demonio en la proa. En el capítulo VIII dice:


“Sus atribuladas vigilias lo sorprendían cada medianoche en las tinieblas de la cubierta, naufragando en las olas de la duda, y aspirando con profusión los yodos de la noche marinera. Apoyaba la gran cabeza rapada en el primer mástil, esperando con ilusión, entre el sonido de las olas y el tremolar incesante del velamen, las frágiles briznas de la aurora y los acostumbrados amaneceres de ámbar y azafrán, que aunque confundido, lo devolvían intacto cada mañana a la realidad”.

sábado, 3 de junio de 2023

Aventura

(Columna publicada en el periódico Gente, del grupo El Colombiano, el viernes 2 de junio de 2023)



Conocidos y citados son los versos de Jorge Luis Borges que dicen:


        Que otros se jacten de las páginas que han escrito;

        a mí me enorgullecen las que he leído.


Son las primeras líneas del poema “Un lector”, incluido en El elogio de la sombra.


En este poema hay otras ideas con las cuales me identifico. Una señala:


        El joven, ante el libro, se impone una disciplina precisa

        y lo hace en pos de un conocimiento preciso;

        a mis años, toda empresa es una aventura

        que linda con la noche.


La lectura como aventura ha sido mi consigna, no solo ahora, “a mis años”. No pocos podrían pensar que el lector ocupa el lugar más cómodo y sencillo en el vínculo que establece el libro entre autor y lector. Porque la aventura se relaciona con el juego y la diversión. Sí, pero también con el riesgo y la dificultad. El riesgo, porque está lo inesperado; la fiera que aparece de pronto entre las breñas son ideas distintas que uno, como lector, está voluntariamente expuesto a hallar; la dificultad, porque en el ejercicio de repasar los textos con los ojos y enviar los signos al cerebro, las cosas no son expeditas.


A todas estas, ¿qué es leer? Además de pasar los signos gráficos al pensamiento, es un acto mágico, inexplicable e indescriptible, en el cual una mente se conecta —y hasta funde— con otra sin contactarse. Un ritual también; un ritual para privilegiados.