(Columna
Río de Letras publicada en el diario ADN, semana del 10 al 16 de junio de 2024)
Este Río de Letras, más que llevar premios o premiados, carga por lo general obras y creadores. En él no suelen sobreaguar asuntos ajenos a lo literario, lo poético, lo artístico, o, para decirlo mejor, aquellos que hacen parte de la periferia creativa. Sin embargo, un remolino de excepción hace que salgan a flote Piedad Bonnett y su obra, ahora que recibió el Reina Sofía.
¿Por
qué la diferencia? La mayor utilidad de los galardones es que abren la
posibilidad de hablar sobre un autor y sus obras y, más aún, de leerlas o
volverlas a leer. Y este afluente aprovecha tales circunstancias. Otra razón es
que la obra de la amalfitana tiene el mérito de abordar los temas habituales
como el amor, el temor, la muerte y el dolor, con sencillez y profundidad, con delicado
encanto. En sus piezas de poesía, dramaturgia y narrativa destaca la sutil
trascendencia que reside en los elementos y acontecimientos cotidianos.
De círculo y ceniza, Ese
animal triste, Las tretas del débil, Explicaciones no pedidas, Para otros es el
cielo, El prestigio de la belleza, Siempre fue invierno
son algunos de sus títulos:
“Fueron
veintidós, dice la crónica./ Diecisiete varones, tres mujeres,/ dos niños de
miradas aleladas,/ sesenta y tres disparos, cuatro credos,/ tres maldiciones
hondas, apagadas,/ cuarenta y cuatro pies con sus zapatos,/ cuarenta y cuatro
manos desarmadas,/ un solo miedo, un odio que crepita,/ y un millar de
silencios extendiendo/ sus vendas sobre el alma mutilada”.
Este poema se llama “Cuestión de estadísticas” y hace parte de El hilo de los días.
Hay que leerla, espectaculares los ejemplos, sensibles y muy reales!!! Que bueno q premiaron su buena pluma
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