viernes, 9 de septiembre de 2022

¡No es lo que parece!

(Columna publicada en el periódico GENTE, el 9 de septiembre de 2022) 



El cine da la impresión de estar hecho para emular la existencia y hasta superarla en intensidad. Tampoco se escapa de la tendencia a repetir modismos, refranes y frases prefabricadas. En la columna del 13 de mayo decía que estas expresiones son útiles, están listas para auxiliar a los hablantes cada vez que no se nos ocurra una expresión nueva, creada espontáneamente para la conversación del momento. Son correctas, sí, pero es preferible no abusar de ellas.


Es común que en una película haya, no solo frases tomadas de la vida, sino de otros rodajes. Algunas son tan repetidas que dan nauseas. “Que parezca un accidente” es una de las expresiones repetidas más viejas del cine. La emite quien manda a asesinar a alguien y desea que no queden huellas que puedan vincularlo al crimen. “La vida (o el mundo) tal como la conocemos, dejará de existir”, dice un personaje con tono profundo, como corresponde a una expresión apocalíptica como esta. “He estado mejor”, declara alguien a quien recién le han disparado o ha caído de una altura considerable y, según su aspecto, difícilmente escapará de morir en breve… a menos que ocurra un milagro de película, para contestarle al necio que le preguntó: ¿Estás bien? “No hay mejor momento que el presente”, manifiesta otro. “¡No es lo que parece!” se apresura a gritar uno de los amantes desnudos, mientras su pareja cornuda los encuentra en la cúpula de la cópula. Y un largo etcétera.


La falta de originalidad le hace daño al arte y a la vida.

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