miércoles, 1 de junio de 2022

Fugitivas

(Columna RÍO DE LETRAS publicada en diario ADN, semana del 30 de mayo al 4 de junio de 2022)



“Ser o no ser, he ahí el dilema” es una de esas frases comunes y sin dueño. Nació hace más de 400 años y se sumó a la montaña de expresiones hechas, listas para usar, que mantiene el lenguaje en un depósito del que todos tenemos llave. Hace parte de Hamlet, de Shakespeare.


Es notable cómo ciertas frases y versos se salen de los libros y son usadas por quien desee. No dependen de la obra, ni del autor de cuyo talento salió. Resumen sabiduría y un largo discurso, y explican situaciones. Lo mejor, nadie está obligado a saber de dónde surgió.


“No solo de pan vive el hombre” escapó del evangelio de Mateo. Cualquiera la dice para recordar que, además de las necesidades físicas, como el alimento, están las espirituales.


En boca de nostálgicos florece: “cualquier tiempo pasado fue mejor”. ¿A quién le importa que sea un verso de Jorge Manrique en Coplas por la muerte de su padre, un lamento por lo efímero de la vida, lo implacable de la muerte y el desasosiego que se anida en el alma de quien pierde a un ser amado?


“Se hace camino al andar” huyó del poemario Campos de Castilla de Antonio Machado. Indica que no hay destino escrito; se escribe cada día con las acciones.


Lejos del “mundanal ruido”, dicen algunos, parafraseando versos del poema A la vida del campo, de Fray Luis de León:



         ¡Qué descansada vida

         la del que huye el mundanal ruido,

         y sigue escondida

         senda por donde han ido

         los pocos sabios que en el mundo han sido!


Estas y otras líneas escaparon de los libros con la complicidad de lectores que notaron en ellas sus ansias de libertad.

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