(Columna RÍO DE LETRAS publicada en el diario ADN, semana del 5 al 10 de junio de 2023)
Este
junio se torna marinero. El 8 es Día de los Océanos y el 21, de la Gente de Mar.
Este binomio fascinante ha puesto a navegar la imaginación de autores de muchos
tiempos. Aventuras en las que humanos se enfrentan a la Naturaleza, a su furia
representada en tormentas, fieras y leyendas de asuntos misteriosos.
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En
la Odisea, Homero cuenta el viaje de
Ulises y sus vicisitudes con seres maravillosos. En sus narraciones, Conrad habla
de piratas y comerciantes. En La isla de
las mujeres, Lisa See alude a buceadoras de
la isla de Jeju. En Veinte mil
leguas de viaje submarino Verne juega con el contraste del ancho océano y
la estrechez de una nave en la que su protagonista va prisionero. En la saga de
Sandokán, Salgari muestra piratas intrépidos, al igual que Stevenson en La isla del tesoro.
En
Colombia ha habido quienes cuenten historias de aguasal. Mutis, con su singular
Maqroll el Gaviero; García Márquez, con su Relato
de un náufrago. Y Edgard Collazos tiene una gran novela
de piratas del siglo XVIII: El demonio en
la proa. En el capítulo VIII dice:
“Sus
atribuladas vigilias lo sorprendían cada medianoche en las tinieblas de la
cubierta, naufragando en las olas de la duda, y aspirando con profusión los
yodos de la noche marinera. Apoyaba la gran cabeza rapada en el primer mástil,
esperando con ilusión, entre el sonido de las olas y el tremolar incesante del
velamen, las frágiles briznas de la aurora y los acostumbrados amaneceres de
ámbar y azafrán, que aunque confundido, lo devolvían intacto cada mañana a la
realidad”.
Buen comentario, John.
ResponderBorrarNo se te olvide mencionar la gran novela de Herman Melville: "Moby Dick". O "El viejo y el mar" de Hemingway.
En fin, gracias por tu comentario.
El mar, fuente de inspiración, lágrimas, risa, anos y desamores.
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