miércoles, 31 de mayo de 2023

Anaqueles vacíos

(Columna RÍO DE LETRAS publicada en el diario ADN, semana del 29 de mayo al 3 de junio de 2023)



Conozco pájaros que, si las tendencias sexuales, así como las ideas religiosas, políticas y sociales que agitan las cabezas de los autores van por distinto camino que las suyas, evitan leer su obra.


Si es de izquierda, se pierde de leer a Borges, pues saludó a Pinochet y le recibió una condecoración en 1976; a Günter Grass, el de El tambor de hojalata, porque integró la Waffen-SS, aunque haya dicho que fue sin querer; a Ezra Pound, porque tuvo programa radial en la Italia fascista; a Knut Hamsun, porque expresó simpatía por Alemania en las guerras mundiales; a Cabrera Infante, porque un día dejó de seguir a Fidel Castro.


Si es homofóbico desperdicia la poesía de García Lorca y Gabriela Mistral, y la narrativa de Wilde, Michima y Yourcenar. Si es religioso, los libros escritos por ateos. Ni modo de leer, por ejemplo, Los días azules de Vallejo. Y si, por el contrario, es ateo, ni pensar en la obra de Léon Bloy y, menos, El club de los incomprendidos, de un Chesterton ya convertido al catolicismo.


Si es de derecha, no leerá a Neruda porque hizo parte del Partido Comunista; a García Márquez porque fue amigo de Fidel Castro; a Manuel Scorza porque militó en el partido indigenista peruano. ¡Ah, Scorza! Para atormentar a sus detractores, mostrémosles versos de Sombra:


Como el centinela

que en la agreste torre

lucha por no rendir los ojos al invencible sueño,

yo resisto al olvido.


Necios. Por esperar a quien piense, sienta y escriba como ellos, pierden la mitad de la lectura posible. Su biblioteca está colmada de anaqueles vacíos.

1 comentario:

  1. Si se tratara la guerra, la estrategia sería leer al enemigo para conocer su terreno. Entonces abriríamos los ojos y nos daríamos cuenta que nos sin tan diferentes a nosotros.

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