Reseña
Publicado
en ADN, octubre 21 2016
En este
país donde cada vez hay menos lectores, curiosamente cada vez
hay más libros en vitrina. No alcanzamos los lectores maniáticos ni
siquiera a memorizar u hojear los títulos puestos en las
góndolas, cuando a los 15 días ya los han cambiado.
De toda esa
avalancha hay tres muy interesantes. El primero de ellos, una novela
policiaca paisa, EL FISCAL ROSADO, escrita por John Saldarriaga,
periodista de El Colombiano, que cuenta ,con habilidad, pero sobre
todo con humor, las investigaciones de un fiscal de esos que no
reciben estímulos en sus bolsillos sino en sus neuronas para
seguirle la pista hasta una gallina saraviada.
El otro, de
Albeiro Echavarrìa, quien se ha especializado en escribir novelas
para jóvenes y con personajes de esa edad, LA NIEBLA NO PUDO
OCULTARLO , es una historia pegajosa y vibrante de unos muchachos de
Yarumal cuando al pueblo , y a ellos, los tientan las guerrillas y al
poquito rato les toca decidir entre aguantarse , unirse a
los paramilitares o irse del pueblo.
El tercero
es de un barranquillero, Paul Brito, que publica una serie de
crónicas EL PROLETARIADO DE LOS DIOSES, escritas con esa soltura y
gracia de la escuela croniquera de García Márquez y Gossaín. Son
retratos de fisiculturistas, de futbolistas canarios, de
guarachaqueros vallenatos, montados no en un álbum virtual sino en
un balcón que hace resaltar la calidad del autor.
Recomendar
libros ya no se usa en estas columnas periodísticas. Es una
costumbre que se perdió junto con la lectura. Pero como soy un
dinosaurio que todavía escribe y lee libros, y cree que sus lectores
pueden ir más allá de estos 1.200 caracteres a divertirse
leyendo como lo hacíamos antaño, caigo en la tentación de
ilusionarme y los recomiendo.
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