jueves, 18 de noviembre de 2021

El peso de los muertos

(Columna RÍO DE LETRAS publicada en diario ADN en la semana del 16 al 20 de noviembre de 2021)


Noviembre sigue pesado de muertos, muertos que anidan en las mentes de los vivos. Nada mejor que unas líneas de Día de Difuntos, de El libro de versos de José Asunción Silva, para hablar del tema asignado al undécimo mes.


José Asunción Silva

        Por el aire tenebroso ignorada mano arroja

        un oscuro velo opaco de letal melancolía,

        y no hay nadie que, en lo íntimo, no se aquiete y se         recoja

        al mirar las nieblas grises de la atmósfera sombría,

        y al oír en las alturas

        melancólicas y oscuras

        los acentos dejativos

        y tristísimos e inciertos

        con que suenan las campanas

        ¡las campanas plañideras que hablan a los vivos

        de los muertos!


Nada mejor, porque el bogotano era lúgubre cuando se proponía. Como el buen actor de teatro logra que la verdadera puesta en escena de su obra se efectúe en la mente del espectador más que en el escenario, Silva conseguía que la auténtica acción de sus poemas se ejecutara en la mente del lector más que en las páginas del libro.


Edgar Allan Poe

Otros creadores aluden a la relación de los vivos con los muertos. Hacen que estos no se extingan sino que sigan habitando otra clase de vida. Poe, por ejemplo, establece un vínculo angustioso entre personajes narradores y mujeres amadas —Ligeia, Eleonora, Morella, Berenice—. Enigmáticas y hermosas, regresan de sus tumbas como cadáveres no corrompidos o damas idénticas a cuando vivían.


En Doña Flor y sus dos maridos, Amado habla de una viuda que recibe en la cama al esposo muerto, y en Cumbres Borrascosas, Emily Brontë propicia que los campesinos vean los fantasmas de dos amantes paseando por los páramos.

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