jueves, 27 de noviembre de 2025

Gómez Jattin

(Columna Río de Letras publicada en el diario ADN, semana del 24 al 30 de noviembre de 2025)

 

 



Una palabra define la poesía de Raúl Gómez Jattin: autenticidad. Su creación no se desligó de su realidad, de su condición física y mental ni de sus ideas sociales y estéticas. Fue uno con sus poemas. En ellos elevó a la categoría de arte una vida dura.


"Soy un dios en mi pueblo y mi valle

No porque me adoren Sino porque yo lo hago

Porque me inclino ante quien me regala

unas granadillas o una sonrisa de su heredad (…)


Porque vigilo el cielo con ojos de gavilán

y lo nombro en mis versos Porque soy solo

Porque dormí siete meses en una mecedora

y cinco en las aceras de una ciudad (…)”.


Quienes consideran su obra un simple desvarío de loco, no comparten la opinión del alemán Heinrich Heine, de que “la locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha tomado la inteligente resolución de volverse loca”. Ni creen que los lectores debemos gozar del legado de un autor, no enjuiciar su salud, su tino, su personalidad: ¿Qué más da si un autor fue manco como Cervantes, ciego como Borges, depresivo como Beckett, bipolar como Gómez Jattin…?


Más bien, leamos un poema del cartagenero, incluido en el Esplendor de la mariposa:


Oh Walt Whitman

Ustedes que no conocen

esta jaula

¿han cantado alguna vez

a la libertad?

Porque el carcelario gozó

con su delito

sin embargo

yo que no soy delincuente

estoy preso

y canto a lo libre

a lo que vuela

a lo que canta

sin ningún provecho personal”.


Gómez Jattin bien vale unas palabras, aunque en 2025 no se cumplieran 80 años de su natalicio.

jueves, 20 de noviembre de 2025

Celebrar la palabra

(Columna Río de Letras publicada en el diario ADN, semana del 17 al 23 de noviembre de 2025)

 

 

Además de muertos, noviembre tiene fiestas para quienes bogamos en el río de letras. El 9 es día del trabalenguas; el 17, de la filosofía, y el 23, de la palabra.


Un trabalenguas dio título a la novela de Guillermo Cabrera Infante sobre la noche habanera: Tres tristes tigres. El autor, infante siempre, jugó con los recursos divertidos del lenguaje: palíndromos, metáforas… El trabalenguas completo dice: “En tres tristes trastos, tragaban trigo tres tristes tigres. Tres tristes tigres tragaban trigo en tres tristes trastos, sentados tras un trigal”.


Unos creen que la filosofía es otra especie de trabalenguas, aunque no use palabras de sonidos similares, difíciles de pronunciar. Ella viaja en los carros de la literatura. No hay obra, simple o compleja, que no incluya un pensamiento. Cómoda, en el auto llamado ensayo, expone con argumentos y demostraciones; en novelas y cuentos explica con las situaciones de los personajes. Todos los hombres son mortales, de Simone de Beauvoir, y Siddhartha, de Hesse, son ejemplos comunes. En poesía es usual hallar a la viajera: Fernando Pessoa, María Zambrano, Julio Flórez, Walt Whitman son cocheros conocidos. Qué tal estas palabras de Sor Juana Inés de la Cruz en Finjamos que soy feliz:


“El discurso es un acero

que sirve para ambos cabos:

de dar muerte, por la punta,

por el pomo, de resguardo.

Si vos, sabiendo el peligro

queréis por la punta usarlo,

¿qué culpa tiene el acero

del mal uso de la mano?"


¿Y la palabra? Es el más grande hallazgo de la especie. Sin ella nada de lo anterior tiene sentido. 

jueves, 13 de noviembre de 2025

Viento del Sur

(Columna Río de Letras publicada en el diario ADN, semana del 10 al 16 de noviembre de 2025)

 

 

Cortesía: ConexióNortesur
Magazzín Internacional


Como un sujeto taciturno, de esos que hablan con la lluvia y el Sol; que parecen no distinguir bien entre el sueño y la vigilia, se adivina Alejandro García Gómez, el nariñense que ha escrito sus cantos vitales.


Con una carrera de varias décadas en las letras —como poeta, columnista y narrador— presenta este año una compilación antológica de poemas titulada Viento, no me olvides. Un clamor que repetimos los animistas, al entender que los elementos, en su condición de eternos, guardan la memoria del mundo.


"Señores,

vengo del Sur.

De allá dónde las rocas secretamente florecen”.


Son versos del poema inicial, en el mismo que aclara:


“allá los años también transcurren

entre nacimientos y muertes,

entre amores y sustento diario

y alguna bendita blasfemia”.


Y se expresa con ese mismo orgullo sano —que no es vanidad— de su paisano Aurelio Arturo.


Sus poemas cuentan hazañas físicas y muestran paisajes exteriores, que se entienden igualmente como escenas íntimas de tramas psicológicas, porque un individuo también está constituido por el entorno en que habita.


“Calles de mi pueblo,

que exhalan polvaredas rojas en verano.


Polvaredas puras, mezclas puras

de tierra y lágrimas de viejos

y amor de adolescentes.

Calles de mi pueblo,

lodazales rojos de invierno”.


García Gómez también es autor de los poemarios Transparencias, Cartas de Odiseo, Alfabeto de sombras y El paraíso de las carcajadas; de las novelas El tango del profe y Pichouka et Gabriel en el país des sueños et sombras, y de la crónica Sur, donde las rocas secretamente florecen.

jueves, 6 de noviembre de 2025

Mes de los muertos

(Columna Río de Letras publicada en el diario ADN en la semana del 3 al 9 de noviembre de 2025)


 

Llegó noviembre, el mes de los muertos. Y las voces de los vivos se interesan en hablar de lo innombrable.


Algunos poetas, como Julio Flórez, hasta acarician la idea de no respirar:


“Cuando yo expire a la empinada sierra

transportad mi cadáver y en la cumbre,

¡no lo arrojéis debajo de la tierra,

sino encima, del sol bajo la lumbre!

Donde me cante el impetuoso viento

sus largos de profundis y mi caja

mortuoria sea un risco, el firmamento

mi capilla y la nieve mi mortaja”.


Hay quienes se asombran por el misterio o lloran la soledad en la que quedan sumidos tras la muerte de un ser amado. Gabriela Mistral dice:


Del nicho helado en que los hombres te pusieron,

te bajaré a la tierra humilde y soleada.

Que he de dormirme en ella los hombres no supieron,

y que hemos de soñar sobre la misma almohada”.


Emily Dickinson, experta en nostalgia y soledad, habló de la muerte como de una situación cotidiana y de la que supiera mucho:


Aquellos que en la Tumba han estado más tiempo

y aquellos que empezaron Hoy

se borran por igual de nuestras Vidas”.


Hay quienes se ponen serios para hablar de la muerte. Otros, en cambio, ríen. Uno de estos es Jaime Jaramillo Escobar. En su “Aviso a los moribundos”, les advierte:


“A vosotros, los que en este momento estáis agonizando en todo el mundo,

os aviso que mañana no habrá desayuno para vosotros;

vuestra taza permanecerá quieta en el aparador como un gato sin amo

mirando la eternidad con su ojo esmaltado”.


En noviembre, los vivos piensan en la muerte y en los muertos con serenidad, alegría o dolor.