lunes, 23 de enero de 2023

Matar por la chiva

(Columna publicada en el periódico GENTE, del grupo El Colombiano, el 20 de enero de 2023)



El poeta Jotamario Arbeláez ha sido otra víctima del afán que mantienen en los medios de comunicación y las redes sociales por llegar a ninguna parte. Lo mataron el 29 de diciembre. Al rato desmintieron la noticia y lo pusieron a hablar como para demostrar que “los muertos que vos matáis gozan de cabal salud”.


Sin embargo, el autor de El profeta en su casa, nacido en Cali en 1940, no ha sido el único al que “han matado” los (des)informadores. A Fidel Castro “lo mataron” tantas veces en los medios, que cuando murió de verdad, el 25 de noviembre de 2016, costaba creerlo. A García Márquez, en 2012: dos años antes de su muerte anunciada. A la Nobel bielorrusa Svetlana Aleksiévich, la de Los muchachos de zinc, “la mató” Le Figaro en 2017 y ella salió a desmentirlo en La Vanguardia. Es decir, “la mataron” en francés y “resucitó” en español.


Esto por mencionar solo algunas víctimas del inútil afán. A propósito de Jotamario Arbeláez, leamos las primeras y las últimas palabras de su poema Stop:


“El hombre es un animal que frecuentemente se enferma entonces arma su sobretodo y se encamina donde el médico quien luego de hacerle sacar la lengua y de hacerle mirar por el agujero de toda clase de prismas le receta descanso nada de cigarrillos y abstinencia completa (…) recoge una sección del periódico que no alcanzó a ver el domingo y sentándose enfrente de la mesa de la comida una vez encendido el televisor y trancadas las puertas cae pesadamente sobre la alfombra muerto”.


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